Es importante que nuestro familiar mantenga la actividad física y cognitiva en la medida de lo posible, es recomendable que cada día dedique al menos media hora a tener su mente concentrada en una  tarea de tipo cognitiva. No obstante, realizar la tarea no debe suponer un problema para el familiar ni para sus cuidadores, es decir, debemos adaptarnos a las necesidades y motivaciones de nuestro familiar.

También se puede dedicar un par o tres de días a la semana  a realizar las tareas.

Es evidente que el tipo de tarea a realizar no va a ser, ni debe ser, como las actividades que se realizan en los talleres de estimulación cognitiva ya que éstas tienen unos objetivos concretos y van acompañados de la guía del profesional del centro.

Tipo de tareas a realizar:

  • Pasatiempos (un tipo por día): sopa de letras, sudokus, buscar las diferencias, etc.
  • Pintar mandalas.
  • Escribir palabras que empiecen por una letra determinada (p, b, s, r, l, etc.) e intentando que no sean nombres propios.  Otro día palabras de una categoría concreta (animales, ropa, flores, frutas, nombres de mujer, nombres de hombre, etc.).
  • Realizar dictados de letras, palabras, frases y/o números.
  • Realizar operaciones de cálculo: sumas, restas sin llevar, primero con una sola cifra y podemos ir aumentando si no muestra dificultad, multiplicaciones y divisiones en los niveles que sean capaces de hacerlo.
  • Actividades de la vida cotidiana: permitir que realice en la medida de sus posibilidades tareas del hogar como plegar y ordenar la ropa, ayudar a la hora de cocinar (limpiar alimentos, cortar si eso es posible, etc), barrer y ordenar la casa, regar las plantas, sacar el polvo, ayudar a planificar y hacer la lista de la compra, etc.
  • Leer alguna noticia y comentarla.
  • Mirar fotografías familiares, reconocer a las personas que salen en las fotografías.
  • Escuchar música que le guste y si es posible bailar las canciones.

Se puede planificar e ir haciendo cada una de las actividades los diferentes días de la semana.

Es recomendable empezar con un nivel fácil e ir aumentando si es demasiado sencillo.

Realizar estas actividades tiene que ser agradable para nuestro familiar, si vemos que sufre ansiedad al realizarlas o se disgusta deberemos intentar con actividades más fáciles y/o cambiar de actividad. Ya se retomará en otro momento.

Si se cambia de residencia durante el verano, puede provocar desorientación en nuestro familiar. Podemos facilitar la adaptación con carteles si es necesario para las habitaciones y armarios o dejar luces encendidas por la noche para estancias como el baño o la cocina.

Es recomendable mantener las rutinas al menos para los horarios de comida y sueño.

Realizar actividad física como paseos en horas de menos calor, también se pueden realizar ejercicios suaves en los que se repasen todas las partes del cuerpo.

Y sobre todo  ¡disfrutad de las vacaciones!

¡FELIZ VERANO!

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